Vivo mi día a día aprendiendo a conocerme y a conocer de lo que soy capaz, mi esclerosis múltiple es un reto que puedo superar, me ha enseñado a cuidar más de mi cuerpo y de mi mente, para poder darle a mi hija la mejor vida que pueda darle.

La esclerosis múltiple no me ha detenido, es un proceso de aprendizaje, es una lucha diaria, que sin embargo me ha traido muchas cosas buenas. Esta enfermedad me ha enseñado que existen ángeles en el camino.

La Esclerosis Múltiple me ha hecho descubrir cosas, que tal vez no me hubiera dado cuenta sin ella, aprendí que el miedo es solo una decisión y el bienestar también, aprendí que la vida es un lienzo y solo una tiene los pinceles.